De la brotación del fruto sale la planta «silvestre» que produciría castañas de pequeño tamaño, por lo que al cabo de 6 a 10 años, cuando el diámetro del tronco alcanza los 10 cm, se procede al injerto con púas tomadas de plantas de castaño.
El injerto es una operación que consiste en soldar, es decir, hacer crecer, sobre una planta, llamada portainjerto o silvestre, una parte de la otra planta llamada púa.
La primera fase del injerto se realiza en febrero-marzo y consiste en cosechar el material del que se harán los vástagos (porción de rama), eligiendo entre las plantas de castaño más sanas y vigorosas que produzcan frutos de buen tamaño.
El chupón a injertar se cortará primero transversalmente a una altura de 1,30-1,50 m del suelo y a continuación se realizará el injerto con la técnica que se considere más adecuada. Las técnicas de injerto de castaño más utilizadas son:
*El injerto de corona se realiza en primavera en rebrote vegetativo sobre árboles silvestres con un diámetro mínimo de 8 cm con púas introducidas entre la corteza y la madera. Enraíza muy bien, pero si no se cubre suficientemente con masillas adecuadas (por ejemplo, cera de abejas), puede ser atacado por el cáncer de corteza.
* división con una púa cortada en cuña, que se introduce en la división, e injerto. Las heridas de la división se protegen con una capa de cera de abejas. Enraíza bien pero es muy susceptible a los ataques de cáncer de corteza.
*a zufolo, se realiza sobre plantas jóvenes de pocos años en la reanudación vegetativa, las dificultades están en encontrar injertos del mismo diámetro que el portainjerto. Tanto el injerto como el patrón se cortan en diagonal y las dos ramas se colocan una al lado de la otra, uniéndolas con cinta adhesiva. Este tipo de injerto tiene un porcentaje de enraizamiento superior al 90 % y está al alcance de todos, incluso de los menos experimentados.
* Esqueje o yema latente, este tipo de injerto da la posibilidad de realizarlo durante un largo periodo desde principios de abril hasta finales de septiembre. Se pueden utilizar púas de injerto tomadas en el momento o conservadas en el frigorífico; se realiza en árboles silvestres de pocos años eliminando una pequeña porción de corteza y madera con dos cortes oblicuos convergentes, obteniendo un espacio para encajar la otra porción de corteza con la yema latente tomada de la púa de injerto.