Por castañas frescas, nos referimos al producto cosechado en el castañar hace pocos días, que no ha sido sometido a ningún tratamiento de conservación. Dada la tipología del cultivo, el producto puede considerarse orgánico.
Las castañas frescas se pueden consumir tanto crudas como cocidas. Se sugiere dejar que el producto se seque, preferiblemente al sol, durante algunos días antes de consumirlo para resaltar su sabor y dulzura