Los cappellacci de castañas son un primer plato que encarna la belleza y la riqueza de los sabores otoñales.
Esta especialidad emiliana, parecida a los tortellini pero caracterizada por una forma más grande y redondeada, se distingue por su relleno cremoso de castañas, que le confiere un dulzor natural y envolvente.
La pasta, fina y delicada, envuelve el relleno en un abrazo perfecto, convirtiendo cada bocado en una experiencia única.
Los cappellacci de castañas pueden servirse con una sencilla salsa de mantequilla fundida y salvia o con una salsa de setas, que realza aún más el sabor de las castañas.
Este plato, que celebra los ingredientes genuinos y de temporada, es ideal para comidas festivas y cenas familiares, aportando a la mesa la calidez y autenticidad de la cocina tradicional italiana.
Un verdadero viaje a través de los sabores, que transforma una simple comida en un momento de puro placer culinario.
En primer lugar, se prepara el relleno cociendo las castañas o marroni bien limpias durante unas 3 horas con una pizca de sal; se trituran para obtener un puré al que se añade cáscara de limón, un poco de azúcar y saba (salsa a base de mosto de vino).
Se prepara la masa y se extiende con un rodillo, no demasiado fina, y se cortan discos bastante grandes en los que se coloca el relleno, luego se cierran como un tortello.
Cocer los cappellacci en agua con sal y sazonar con saba.