Marron Glacé es un postre refinado y rico en historia, perfecto para celebrar el otoño y las fiestas navideñas.
Estas delicias, elaboradas con castañas confitadas en almíbar de azúcar y luego glaseadas, son apreciadas por su textura suave y su sabor intenso.
Originarios de la tradición francesa, los Marron Glacé son un postre precioso que requiere paciencia y cuidado en su preparación.
Perfectos para disfrutar solos o acompañados de un buen café, son el regalo ideal para una ocasión especial o para enriquecer la mesa de fiesta con un toque de elegancia y dulzura.
Lavar las castañas y hacer un corte en cruz por ambos lados de cada fruta. El corte debe afectar no sólo a la piel sino también a la piel subyacente. Hervir las castañas durante 1 minuto y luego pelarlas.
Como deben estar calientes para pelarlos fácilmente, lo mejor es escaldar unos pocos a la vez y pelarlos en cuanto puedas sostenerlos en la mano. Si la piel interna no se desprende con facilidad, sumerge la marrón unos segundos en agua hirviendo. No el agua donde los herviste, porque el agua ahora está coloreada con el tanino de las cáscaras y también colorearía las frutas. Coloca todas las castañas en un cazo y cúbrelas con agua fría. Llevar a ebullición y, cuando el agua hierva, bajar el fuego y dejar cocer a fuego lento durante 10-15 minutos.
Para comprobar la cocción, introduzca una aguja o un pequeño pincho en la dore: debe entrar y salir con facilidad. Escurrir las castañas retirándolas con mucho cuidado para no romperlas. Colocar en un cazo el azúcar con 3 dl de agua y la vaina de vainilla. Calentar el azúcar sin revolver y dejar hervir durante 5 minutos. Coloca las castañas en el cazo, deja que vuelva a hervir y apaga al cabo de 1 minuto. Tapar y dejar reposar durante 24 horas. Pasado este tiempo, volvemos a poner el cazo al fuego lento. Cuando vuelva a hervir, apaga al cabo de 1 minuto y espera otras 24 horas. Proceder de la misma forma al tercer día: 1 minuto de ebullición y 24 horas de reposo. Al cuarto día, retiramos las castañas del almíbar y las colocamos sobre una rejilla. Dejar secar bien durante al menos 3 horas, en un lugar seco y alejado del polvo. En este punto, simplemente enrolle las castañas en azúcar granulada.
NOTA: si los preparas lo entenderás inmediatamente. La mayor dificultad es acertar en los tiempos de cocción, no tanto en el almíbar sino el primer día que están cocidos. Si se cocinan demasiado se deshacen. Por este motivo es fundamental encontrar castañas grandes y de excelente calidad y no simples castañas. También deben estar muy frescos. Sin embargo, algunos marrones se agrietan durante el tratamiento. Continúa tratándolos, los utilizarás partidos para diversos postres y para adornar postres como mousse de chocolate o helado.