Montebianco es un postre icónico de la tradición repostera italiana, que encarna la esencia del otoño y el invierno.
Este delicioso postre se compone de un suave manto de puré de castañas, enriquecido con una dulce nata montada y adornado con una generosa capa de chocolate amargo.
Su preparación evoca recuerdos de montañas nevadas y cálidas veladas en compañía, mientras que su sabor envolvente y su consistencia cremosa lo convierten en un auténtico alimento reconfortante.
Perfecto para ocasiones especiales, Montebianco es una experiencia sensorial que celebra la dulzura de la castaña, aportando un toque de elegancia y tradición a la mesa.
Hervir las castañas con el romero, pelarlas y colocarlas en un cazo con el azúcar, la vainilla y medio vaso de leche.
Cocínalas durante un cuarto de hora hasta que el líquido se haya secado y tritúralas con un machacador de patatas, recogiendo el puré, formando un cono sobre un plato de postre.
Montar la nata espesa y cuando las castañas estén bien frías verter la nata sobre el montículo de castañas, decorar la base con los marrons glacés y servir.