Las galletas de castaña son un delicioso manjar otoñal, perfecto para los amantes de los sabores auténticos y rústicos.
Elaboradas con harina de castañas, estas galletas tienen una textura quebradiza y un sabor ligeramente dulce y terroso que recuerda a los bosques y a las tradiciones de montaña.
Ideales para el desayuno o como acompañamiento de un té o un café por la tarde, son un capricho perfecto para los días frescos.
Sencillas pero ricas en sabor, las galletas de castaña son una excelente elección para llevar a la mesa un postre genuino que realza uno de los ingredientes simbólicos del otoño, transformándolo en una delicia para compartir.
Amasar todos los ingredientes juntos, haciendo una fuente, con la harina de castaña, la harina 00 tamizada con 1 cucharadita de levadura en polvo, el azúcar moreno y añadir en el centro el huevo, el aceite y la ralladura de limón.
Amasar un poco más la masa, dar a las galletas la forma deseada y hornear a 180°.